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Ormus (Oro monoatómico)

Cuando se habla del Ormus se le conoce como “oro monoatómico”, pero esta maravilla de la naturaleza nos ofrece la energía de muchos otros minerales y metales que hay en el agua del mar y además en su forma monoatómica, cosa que los hace no tóxicos y fácilmente asimilables por el organismo. La estructura de cada Ormus puede variar un poco y contiene aproximadamente 36 elementos, dependiendo del agua que se haya utilizado para obtenerlo contiene oro, plata, cobre, platino, iridio, osmio, paladio, rodio, rutenio, níquel o cobalto.., además de un 30 - 70% de magnesio y en el proceso de extracción pierde el cloruro de sodio (sal).


Un elemento monoatómico posee un único átomo por molécula, ciertos elementos en este estado pueden formar una estructura en la que todos sus electrones forman pares de Cooper por lo que obtienen propiedades como la superfluidad, superconductividad o levitación magnética (Los pares de Cooper son la unión de dos electrones, esta teoría conocida como BCS fue reconocida con el premio Nobel de física en 1972).


Cuando hablamos del estado monoatómico, o estado M, se puede decir que estos elementos se encuentran en el cuarto estado de la materia, donde los átomos están “liberados” al no estar unidos a otros átomos. Este estado ya fue descrito en 1995 como los átomos BEC (Condensado de Bose-Einstein) en el que los átomos de los diferentes elementos se encuentran en el mismo estado quántico. La palabra ORMUS proviene de ORME que significa Elementos Monoatómicos Reordenados Orbitalmente (Orbitally Rearranged Monotatomic Elements). Estos elementos pueden ser obtenidos a partir del agua del mar, agua de manantial, rocas, tierra, plantas, frutas u orina. El director del Institudo de Estudios Avanzados de Austin, el Dr. Harold E. Puthoff, afirmó que podría tratarse de Materia Exótica, una sustancia capaz de modificar la curvatura espacial, manifestada como gravitación, por las propiedades que poseen estos elementos, lo que explica que, pese a las diferencias de peso de los diferentes elementos del Ormus, todos se comporten de la misma forma.


El Ormus es todo un universo que aún hemos de comprender: tiene grandes efectos sobre el organismo y el sistema inmunitario, entrando en las células y reparando el ADN; a nivel subatómico, por su alta electroconductividad, es capaz de eliminar las resistencias eléctricas que puedan interferir en el sistema nervioso, ya que facilita el fluido de la bioelectricidad por sus propiedades superconductoras. Es por estas propiedades conductoras y la presencia de oro que es capaz de potenciar la mente y las capacidades cognitivas.


El Ormus es conocido como “leche del mar” o “leche de los dioses” por su aspecto de leche de magnesio y sus propiedades medicinales. Existen referencias de la antigüedad en el uso del oro, el agua de mar, los metales y minerales que esta contiene por sus usos medicinales y espirituales. No tiene olor aún que algunas personas afirman que tiene un “olor alcalino”. Al igual que los metales coloidales este compuesto mineral es de gran ayuda en el tratamiento de diferentes problemas de salud por la fácil asimilación y nula toxicidad de los metales y minerales en estos estados. Es un potente vitalizante a nivel físico y mental: se le conocen propiedades regenerativas a nivel celular y como refuerzo del sistema inmunológico; rejuvenece las glándulas, es un potente protector estomacal y un excelente tonificante de la dermis y el cuero cabelludo. Facilita el flujo de la bioelectricidad en el sistema nervioso y remineraliza el organismo. Es además uno de los reguladores de la hipertensión más efectivos que se conocen.


Por nuestra experiencia recomendamos dos tomas diarias de ormus, de 2 a 5 mililitros cada una, la primera nada más despertar y otra antes de ir a dormir; pero como estamos hablando de una de las terapias naturales más vibracionales que hemos utilizado hemos constatado que, al igual que cada ser humano es un universo diferente, a cada persona le sienta diferente: hay quien solo lo toma por la mañana ya que antes de dormir les activa demasiado; pero a otras personas les va mejor justo al revés haciendo la toma antes de conciliar el sueño ofreciendo un mejor descanso o sueños más lúcidos. Hay quien toma muy poca cantidad y otros necesitan dosis más altas. Por todo esto siempre aconsejamos que cada persona se guíe “por lo que el cuerpo le pida” en las dosificaciones y tomas del ormus.