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DMSO (Dimetil sulfóxido)

En la obtención de la celulosa por parte de la industria papelera uno de los subproductos que aparecen es el dimetil sulfóxido (DMSO), esta substancia orgánica no patentable es un potente disolvente soluble en agua utilizado en la industria, pero también en ámbitos médicos o de investigación como protector de tejidos, ovocitos, esperma, órganos para transplantes, células o materiales genéticos sometidos a procesos de criogenización; sin este producto no sería posible conservar a bajas temperaturas tejidos vivos en buen estado.

 

En 1963 también se descubrió una propiedad del DMSO que lo convierte en un producto con interesantes y múltiples cualidades terapéuticas: su capacidad de atravesar la dermis y las membranas celulares de forma totalmente inocua. Esto, junto a sus propiedades como disolvente acuoso y de productos orgánicos, lo convierte en un excelente transportador de fármacos y principios activos hasta el interior del organismo. Es por esto que permite hacer llegar rápidamente substancias terapéuticas a tejidos inflamados o lesionados, atravesando incluso las uñas, convirtiéndolo también en el transporte ideal para productos antimicóticos como la plata coloidal.

 

En 1978 se publicó un estudio con más de doscientos pacientes con cistitis intersticial demostrando alivio del dolor en el 70% de ellos, aplicándoles a través de una irrigación intravesical una solución en agua de DMSO.

 

Además de su capacidad transdérmica el dimetil sulfóxido también es, por su capacidad antioxidante y quelante, un potente eliminador de radicales libres y neutralizador de iones metálicos; se une a metales pesados como el aluminio, mercurio, cadmio, arsénico o níquel, que después son eliminados con la orina o el sudor. Tiene capacidad como inmunomodulador, ideal para el tratamiento de enfermedades autoinmunes sin llegar a deprimir el sistema inmune. También es hipotensivo y un producto ideal para recuperar el riego sanguíneo en heridas o traumas inflamados, dado que es un vasodilatador muy eficaz. El DMSO también posee propiedades como antimicrobiano, antivírico y antifúngico.

 

Se empleó con éxito en un trabajo publicado en 1975 con 15 pacientes de tinnitus o acúfenos, aplicándolo diluido junto a fármacos antiinflamatorios en el canal auditivo, mejorando todos ellos y llegando a su total curación en más de la mitad de casos.

 

El DMSO aplicado tópicamente es altamente efectivo en dolores de cabeza. También es útil en casos de esquizofrenia aguda, neurosis, psicosis, ansiedad y otros problemas mentales. En accidentes cerebrovasculares embólicos y hemorrágicos, si es administrado poco después puede disolver el coágulo sanguíneo y restaurar la circulación en el cerebro, ayudando a evitar o reducir las secuelas.

 

Este producto, por su capacidad de penetrar y transportar principios activos, es de gran utilidad en tratamientos de fitoterapia, con plata coloidal o también con el CIO2, ya que ayuda a hacerlos penetrar y así llegar rápidamente a la zona afectada aumentando así la eficacia de estos tratamientos.

 

Por ejemplo en casos de tortícolis, pinzamientos, esguinces, torceduras, contusiones… además de hacer circular la sangre y desinflamar, es de gran ayuda para hacer llegar aceite de orégano o árnica ayudando así a una rápida recuperación.