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Gozar de buena salud depende de muchos factores: una buena alimentación, ejercicio y un buen descanso son tres de los pilares de los que más oímos hablar a menudo, pero para mantener un cuerpo sano necesitamos cuidarnos también en otros niveles ya que nuestros pensamientos y sentimientos juegan un papel muy importante y hay que prestarles la atención que merecen.


Entender y abrazar nuestras emociones es algo que deberían enseñarnos desde pequeños para gozar del bienestar, ya que muchas de las enfermedades tienen un origen emocional y para cuidar nuestra parte emocional debemos aprender también a cuidar nuestros pensamientos.


Con esta idea rondándome en mi cabeza y mis hijos presentes en ella me viene a la mente el documental “los mensajes del agua” de Masaru Emoto. Para quién no sepa de él dejo un enlace al final de esta entrada para poder verlo. Este científico demostró la maleabilidad de la estructura del agua a través de las emociones. Esto lo hizo escribiendo en diferentes tarros de agua palabras, en unos eran palabras amables y en los otros escribió insultos o palabras desagradables; también lo hizo utilizando diferentes sonidos, oraciones… Después congeló el agua y fotografió utilizando un microscopio los cristales de hielo de las diferentes muestras con un sorprendente resultado: los cristales de hielo de los tarros con palabras o sonidos amables tenían preciosas formas simétricas mientras que los otros estaban deformados y asimétricos. De modo que, nosotros al ser un 70 por ciento agua debe ocurrirnos algo parecido. Nuestra estructura puede verse modificada por ciertas conductas, emociones, pensamientos… Hay muchos otros experimentos que demuestran que todo es vibración y este del que os hablamos demuestra la memoria del agua y como es modificable con la simple vibración de unas palabras escritas en una etiqueta. Todos podemos hacer experimentos para observar tanto la memoria del agua como el poder de la vibración: nosotros lo hicimos con dos limones, a uno le dibujamos una cara sonriente y las palabras “amor, alegría, salud…” y en el otro una cara triste y palabras como “mal, enfermedad, odio…” dejamos juntos los dos limones en una estantería durante semanas, el primero se fue secando poco a poco, fue “envejeciendo” sin perder su forma hasta que se secó del todo; el segundo limón se pudrió rápidamente.


Recuerdo con cariño cuando vimos con mi pareja el documental de Emoto ya hace unos cuantos años, antes de nacer nuestros hijos, recuerdo también los experimentos que hicimos y a día de hoy quise compartirlos con mi hija mayor que ya tiene edad para comprender a un nivel más profundo.


Los niños tienen una capacidad de aprendizaje increíble y una curiosidad innata que si les permitimos explorar por sí mismos i/o sabemos acompañarles serán capaces de comprender todo aquello que despierte su interés. Nos costó poco captar el interés de nuestra hija, siempre esta dispuesta a explorar, a cuestionar las cosas y a dar con un porqué.


Os quiero contar el primer experimento sencillo que hicimos. Tomamos un poquito de miel y la pusimos en un plato hondo, luego añadimos un poquito de agua y fuimos agitando el plato haciendo círculos. Al cabo de unos pocos segundos la miel y el agua se entremezclaron y se dibujó la forma del panel de las abejas. ¡Sorpresa! A nuestra hija le pareció increíble y enseguida comenzó a preguntarnos y a cuestionarse cosas. Este experimento también demuestra la capacidad de memorizar del agua y de otros elementos orgánicos, como la miel. Si esta prueba se realiza con miel de calidad aparecerá el dibujo de las celdas donde las abejas elaboraron esa miel; en cambio si se hace con “miel” de dudosa procedencia como la que se vende en conocidas cadenas de supermercados lo que ocurrirá es que esa “miel” se deshará y mezclará con el agua.


Al terminar este pequeño experimento le explicamos que el agua tiene la capacidad de reconocer la energía de la miel y ella se preguntó si ocurrirá lo mismo con otros alimentos así que toca experimentar con limones, arroz, en distintas formas para un mismo fin: mostrarle que lo que pensamos, lo que decimos y lo que sentimos emite una vibración que el agua de nuestros cuerpos es capaz de transmitir y recibir.


Muchas de la terapias no convencionales, es decir, aquellas que miran al ser desde un punto de vista holístico funcionan, a mi modo de ver, ya que se encargan de estudiar el ser en todos sus niveles y tratan no solo la enfermedad sino que también pueden ayudar a nivel emocional. Desde mi humilde experiencia me gusta siempre poner de ejemplo la kinesiología que mediante test musculares es el propio cuerpo quien responde a todo tipo de estímulos a los que le sometemos, ya sean a nivel físico, mental, espiritual y emocional, entre otros, de modo que podemos llegar a la verdadera raíz de las distintas patologías con las que todos nosotros tenemos que lidiar de un modo u otro.


Estos experimentos que demuestran el poder de las vibraciones y la capacidad de ser “memorizadas” son la explicación del funcionamiento de otras terapias como las homeopáticas, esencias florales y también puede explicar, por ejemplo, como desde el punto de vista vibracional el porqué la plata coloidal es una terapia tan potente y que actúa tan rápidamente sobre tantas patologías diferentes dada, la potente vibración de este metal.


A nivel vibracional, al igual que Masaru Emoto demuestra como cambia la estructura molecular del agua, en nuestro cuerpo podemos aplicar el mismo principio con tratamientos con esencias florales. Personalmente siempre me han gustado las esencias y he podido comprobar muchas veces en mí, en mi familia y conocidos, incluso en nuestras mascotas, su efectividad. Ya hace años las flores llegaron a mi para ayudarme a nivel emocional y con el tiempo aprendí a hacer uso de ellas además de vía oral usándolas tópicamente para tratar algunas dolencias, incluso utilizándolas por ejemplo junto a suero fisiológico para aplicarlas en los ojos. La verdad es que las esencias florales nos pueden aportar mucho también en ciertas dolencias y  patologías. Hay un libro muy interesante titulado “Flores de Bach. Manual de aplicaciones locales” publicado por Ricardo Orozco en el cual el autor demuestra que las esencias pueden actuar directamente sobre el cuerpo físico, a través de cremas, lociones, compresas y colirios. Lo recomiendo a todo aquel que desee investigar más sobre ello y comprobar por sí mismo su efectividad en otros campos menos explorados o conocidos en general. 
Para mi la relación cuerpo-mente, entre lo tangible y lo sutil, es una de las claves para conseguir el equilibrio necesario para mantener un cuerpo sano y estoy segura que todo lo que pensamos y sentimos tiene un efecto en nosotros que puede enfermarnos o sanarnos. Así que pensemos cosas bonitas y digamos cosas lindas, que la vibración que emitamos sea alta para gozar de mayor salud y bienestar en todos los niveles de nuestro ser.

 

Enlace al documental “LOS MENSAJES DEL AGUA”


https://youtu.be/xNQiU26vd0A